Pues sí, Copo, sí,
Actualizo de higos a brevas y esto me reconcome la conciencia, bien lo sabe todo el mundo. Además, los que me habéis visto estos días sabéis que ando agobiada con taaaanta entrega y taaaaanto examen... además hice un minipost para que supierais que estaba viva y el galán me dijo que eso ni hacía gracia ni ná... simpático que es el muchacho, ¿saben? Jajaja Y dice Cartafol que hoy empieza el verano, que se lo ha dicho don Google... ¡qué suerte! En mi calendario sólo dice "mañana examen, bonita, y la semana que viene otro, no vayas a relajarte que te conozco". Y claro, así anda el blog, oliendo a sobaquillo que da gusto.
Pero no, no se crean que eso ha dado título a la entrada de hoy, ¡oh no! El motivo que me trae ante ustedes es radicalmente más profundo y digno de ser analizado con detenimiento. No obstante, antes de todo, decir que estoy en la biblio de la uni haciendo un minibreak para que mis neuronas se den un respiro (las pocas que me quedan medio sanas y salvas). Sí, sí. Un respiro en TODOS los sentidos. Porque tú te puedes buscar un sitio molón en la biblioteca, un sitio donde no dé el sol, no esté cerca del pasillo ni de la puerta, etc. pero nunca, NUNCA puedes saber quién se te va a sentar al lado.
Y es que hoy se me ha sentado un muchacho que tenía cara de simpático, con su ordenadorcillo y tal... pero ¡madredelamorhermoso! ¡Qué secreto aguardaba bajo su brazo! Y no quiero dar muchos datos, para no revolverle el estomaguillo a nadie, vamos, pero ¡puedo decirles que en estos momentos me encuentro exiliada por una axila maloliente! Pero no maloliente en plan "uy, hijo, hueles a sudorcillo" no, no... maloliente en plan "o me voy de aquí o caigo redonda" Jajajaja
Me he alejado todo lo que he podido del individuo (situándome en una esquinilla y dejándole el 75% del dominio de la mesa) pero al final no he podido soportarlo más... Vamos, que he hecho como que levantaba el campamento en lugar de cambiarme de sitio (que educada que es una, me sabía mal que el muchacho se diera cuenta...) así que ahora volveré... ¡y me sentaré muy lejos de allí! Y es que ya hace un ratillo que me he venido a exiliar y cada vez que rememoro los momentos de los estiramientos de brazos se me polen los pelos como escarpias, lo prometo. Con decir que he estado a punto de dejarle una nota en plan "Usa desodorante, por favor" o algo así Jajajajaja
Y digo yo... ¿en ese estado voy a estar yo la semana que viene? Galán, sé que leerás esto así que ponte una pinza por si acaso, majo Jajajaja