Copillo,
Esta semana se nos han juntao las celebraciones que es un contento. Que si la pedida, que si el cumple del galán, que si mi cumple... vamos, ¡que es un continuo de recibir felicitaciones! A mí tanta alegría y positivismo me encanta un montón, pero al galán no tanto. Oigan, los chicos son raritos y el mío no iba a ser diferente. El galán se queja de que ahora cuando le felicitan no sabe a qué se refieren. El pobre anda desconcertado. Nuestro compromiso y su cumpleaños cayeron a tan sólo tres días de diferencia y eso ha podido con él. Vaya. A su favor también diré que hemos recibido un aluvión de mensajes, llamadas y felicitaciones que nos han dejado impresionados.
Pero a lo que iba, que nosotros los cumples los vivimos. El día del cumple de cada uno lo dedicamos exclusivamente a hacer lo que el cumpleañero en cuestión desea. Además, como bien apuntaba Irene, cumplimos a tres días de diferencia, lo cual no deja de ser rematadamente cursi y genial. Es como las ferias o las bodas gitanas, es un cumpleaños largo.
Yo ya he declarado mi amor hacia la comida china más de una vez, pero yo, que soy un poco sibarita y tengo mis preferencias. Así que fuimos a uno de los que más me nos gustan. El galán entró primero y nada más pasar por el marco de la puerta nos recibió una chica con un "¡¡Felicidades!!" y una sonrisa enorme. El galán, echo un mar de desconcierto, me miró. ¿Una fiesta sorpresa? ¿Tenía algo preparado? Qué cara de susto tenía Jajajaja Todo era mucho más sencillo, claro. La camarera que nos recibió había ido al mismo instituto que yo y había visto que estábamos comprometidos... Jajajaja El pobre galán siguió a cuadros escoceses por un buen rato Jajajaja
Así que nos encantan los cumples, nos encantan las felicitaciones y a mí me encantan los galanes desconcertados. Qué le vamos hacer.
P.D.: Hoy ha sido mi cumple y hemos desayunado crepes con nocilla, hemos paseado por Ikea, hemos comido lasaña, pastel y me han caído regalitos molones. También hemos ido al cine. Ha sido un cumple por todo lo alto, oigan.