Querido Copo;
Estar de vacaciones es un poco raro. Uno pasa de madrugar para ir a la universidad a madrugar para supervisar que la hermana pequeña de una servidora no ha acabado con todos los lácteos con sabor a chocolate (véase mouses, natillas, etc.) a modo de desayuno. Ais, ¡las vacaciones!
La compi, antes de despedirse, me decía que a mí las vacaciones "Se me iban a hasé mu cortas" pero que para ella "iban a sé mu largoh". Lo cierto, es que desde que el domingo-noche mi galán me dejó en casa no he salido de casa... ¡vamos que no me quitan el pijama ni con agua caliente! Hoy, mientras servía las lentejas (que me han llevado media mañana) mi padre me ha tenido que analizar con mirada crítica (moño horroroso, pijama de hace 2 días con lamparones, calcetines con suela color carbón...) y me ha regalado una tarde de peluquería que he celebrado por todo lo alto.
De la compi me despedí el sábado y no he vuelto a saber nada de ella, pero lo cierto es que creo que tanto a ella como a mí nos irá bien descansar... a ella de despertadores a las 7 de la madrugada y a mí de peleas de jubiladas por cantar mal los números del bingo.
En fin,
¡Feliz Semana Santa!
No sé cómo lo consiguen pero siempre tratan de hacerte sentir culpable por pasar una semana en casa... jaja.
ResponderEliminarLo del pijama es universal... mi padre no me regala sesiones de peluquería, sólo me dice: "cada vez te pareces más a tu hermano mayor..." jum...
Oye, yo también quiero que me regalen una sesión de peluquería!! Qué disfrutes de la semana.
ResponderEliminarIrene: Estoy completamente de acuerdo contigo... parece que la esté abandonando! Y esta señora que va a hacer en verano? Dos meses sin mí? Me veo yéndola a visitar día sí día también... Ay... Jajaja
ResponderEliminarEva: Para que mi padre se haya dado cuenta de que necesitaba un corte de pelo... cual debía ser mi estado!