¡Hola, Copo!
Cómo ya expliqué en entradas anteriores, me tocó el sorteo de El Taller de Marta. No obstante, tuve mi señor conflicto con decidir a qué dirección me podían mandar el paquete deseado:
-La opción A era la casa de mis padres. Pero ambos trabajan de mañana y además mi familia vive en un pueblo y el correo no es una de las maravillas del lugar, por decirlo de alguna manera.
-La opción B era la casa de la compi. A priori no era mala idea, porque la compi no sale de casa normalmente... pero había un handicap (o como se escriba), ¡oh, sí! Y es que la compi "no firma ná" si yo no estoy presente. Y como la presionen un poco les monta unos pollos de agárratequevienencurvas. Así que al final lo descarté.
-La opción C era la última: la casa de mi galán. Allí mi suegri está al pie del cañón y más aún si la avisaba de antemano.
Y ayer, cuando el galán y una servidora llegamos a casa para comer... ¡tachán!
Estábamos para vernos: ¡mi suegri, el galán y yo nerviosos por abrir el paquete y ver tooooodo lo que llevaba! Alucinamos con el contenido, desde luego... Las cosas que más me gustaron fueron los broches, sin duda. La funda del móvil ya la estoy utilizando y el galán ya ha declarado que tenemos que aprender a hacer esos súper jabones tan chulos.
La compi cuando vio lo que el paquete llevaba no entendía ná... ¿cómo podía ser que fuera "tan asertao"? Jajaja
¡Muchas gracias, Marta! Y gracias también a mi suegri, que siempre está dispuesta a ayudarme :)
que buena pinta tiene todo y como se agradece la llegada de paquetes regalo ¿verdad?...con que ilusión más grande se abren y si te gusta, pues mejor aún.Saludos
ResponderEliminaryuhu!!!!!!!que guay!!!!me alegro de que te guste todo!q ilusion ver la foto!
ResponderEliminarlasservilletaspara que practiques el decopage!