Copo,
Muy fuerte. Me voy de campamentos. Así, sí. Después de una movida tremenda en casa de la compi, después de una entrega de trabajos y exámenes de final de 3º que casi acaba conmigo, me lío la manta a la cabeza y me voy de campamentos. Y el galán me da una palmadita en la espalda y se le salta la lagrimilla al despedirme porque oigan, una semana es tiempo, mucho tiempo, y nosotros ya no sabemos estar separados.
Y estando allí entre los mosquitos, los jabalíes y otros animales silvestres recibo una noticia. Sí, sí. Y es que en una de esas noches en las que yo llevaba enfundado mi polar (mientras el resto de mortales se derretían en la ciudad condal) alguien me anuncia que mi última entrada le ha hecho mucha gracia. ¿Cómo? Y yo me estrujo los sesos en recordar qué fue lo último que escribí. Y es entonces cuando pregunto "¿y de qué iba?" y a mi interlocutora se le pone cara de circunstancias y me dice que ya lo leeré, ya...
Mecachis en la mar, es que no puedo dejar al galán solo. Lo cierto es que muchos me habían pedido que retomara la actividad en este diario pero las cosas se me torcieron un poco. (Ahora es cuando vienen las excusas). La compi pasó uno de los peores momentos de su vida y yo tuve que estar a su lado. Naturalmente al poco ya estaba sentenciando algunas de sus frases lapidarias pero en casa había tanta tristeza que no pude hacer otra cosa que ir registrándolas y esperar a que todo volviera a la calma... Y cuando me di cuenta ya estaba de campamentos.
Y ahora que estoy en una semana de paréntesis en casa aprovecho y doy señales de vida. Cabe decir que estoy por estos lares, entre campamento y campamento, porque mi súperprima se casa. Y es que sí, mi vida es eso que transcurre entre una boda y otra. Cuando me case (venga, va, nos casemos) probablemente voy a estar tan cansada de bodas que me pondré un chándal y un moño y listos. Porque si hay alguien que va a cuatrocientas bodas al año esos somos nosotros, oh sí.
Vale, no, ya sabéis que a mí las bodas me encantan y que estoy mintiendo como una bellaca... pero estoy en pleno ataque de pánico. No me he depilado, hace demasiado que no me desenredo el pelo y tengo hasta rastas, no he decidido qué chal me voy a poner y tengo una marca del bikini horrorosa. No obstante, mañana a estas horas me faltará muy poco para testificar con una firmita que los novios se habrán dado el "sí, quiero". Muy fuerte.
Prometo volver... ¡lo prometo!
jejeje YA ERA HORAAAAAAAAAA!!!
ResponderEliminarEstamos sedientos de saber de ti!!!! =)
Qué guay. Yo también tengo un primo que se casa... pero hasta septiembre nada... =)
A pasarlo bien!!!
QUE BIEN!!! que alboroto que has decidido volver!!! espero que cuando lo hagas nos cuentes toooodo lo que te ha pasado en este tiempo.
ResponderEliminarPasalo bien