2 de octubre de 2015

Yo cantaba bien

Copo,
Yo antes de casarme cantaba bien. Os lo prometo. O al menos eso creía. Pero oigan, 22 años de mi vida que he vivido engañada. 22 años hasta que me casé.
 Yo era de las que cantaba en el patio del cole y me decían que lo hacía bien. Hacía una imitación de Anastasia (la de la película de dibujos, no la cantante, se entiende) buenísima. Mi amigo Javi lo flipaba. Aunque mi amigo Javi era de fliparlo en la vida en general.
 Pero a lo que iba. Que yo cantaba bien. En el comedor de mi casa jugaba a Lluvia de Estrellas. Y a Menudas Estrellas. Y es que yo era muy, muy fan de Bertín y sus programas. Mis padres me decían que eso acababa tardísimo y me lo grababan en VHS. Cada viernes. Y yo cada sábado me levantaba para verlo. Y me flipaba. Y soñaba con poder entrar siendo Albarroyo y salir siendo mmm… yo qué sé, Megan de Hercuéles, por ejemplo. Además estaba convencida de que lo de la puerta era a tiempo real y que detrás había mucha gente que los peinaba y cambiaba súper rápido. Anda que no. Yo era una niña inocente, qué queréis que os diga.
 Después llegó la adolescencia. Llegaron los looks imposibles y el puñetero acné. Pero ojo, yo seguía cantando bien. Bastante bien. Laura Pausini y Kesia no se me daban mal, pero a Amaya Montero la clavaba. En un concierto de La Oreja de Van Gogh podría haberle dado el cambiazo y nadie se hubiese dado cuenta. Mis amigas me pedían que les cantara y hacíamos grabaciones con nuestros móviles en blanco y negro. Ais.
 Y así transcurrió mi historia. Yo iba con la cabeza alta por la vida creyendo que cantaba bien. Lo cierto es que cuando engañé enamoré al galán me flipaba que fuera músico. Como veis yo soy muy de flipar. Me emocionaba yo sola en la intimidad que algún día podríamos cantar rollo Presuntos implicados o algo así, ¿os lo imagináis? Mis sueños se fueron al traste pronto. Al muchacho le iba el rock progresivo. Agárrense que vienen curvas. Yo tampoco sabía lo que era eso hasta que lo conocí. Y ahí alguien que tiene la voz de Amaya Montero poco tiene que hacer. Una pena.  Pero yo seguía creyendo que cantaba bien.
 Y nos casamos. Y el tipo me dijo que porfi, que no le cantara en la boda. Que no quería que yo le hiciera una sorpresa y el quedar mal en la boda y no hacerme nada. Yo no canté. Y el se marcó un baile que lo flipas. Ahí podría haber sospechado algo, pero no. El misterio se reveló la primera vez que lo di todo en la ducha. Me estaba marcando alguno de mis temazos y una cabeza enfurecida se asomó por la puerta. Y dijo que hiciera el favor de no cambiar de tono constantemente. Ejem. Dos años después sigo sin saber a qué se refería.
 Yo ahora sé que no canto tan bien. El hecho de no haber triunfado en el mundo de la música (y quedarme a cantante suplente de verano en el grupo de la iglesia podría haberme dado una pista, quizás). Pero oigan, sigo dándolo todo. Hoy lo estaba haciendo plancha en mano y con mi Spoty a tope y el galán me ha pedido que por favor, piense en los vecinos.
 Yo cantaba bien, os lo prometo.

4 comentarios:

  1. jajajajajaja ays, Alba... no sabía que se te podía echar tanto de menos!!! Me parto...
    Yo era de otras artes: era de bailar (SOY, qué digo!!!) Yo no lo flipaba tanto con lluvia de estrellas y menudas estrellas (aunque también lo veía) Yo flipaba con las bailarinas de "el juego de la oca" (Eso no sé si lo recuerdas...) La cosa es que eso también duraba mucho. Pero a mí me daba igual, porque lo único que me interesaba era el inicio... Me ponía un pijama de verano - que para mí se parecía mucho a la ropa que llevaban las tipas... años después me di cuenta de que cualquier parecido era fruto exclusivamente de la imaginación de una niña de 7 años...) - y me ponía a intentar imitar la coreografía.
    La cosa es que siempre les eché en cara a mis padres que no me apuntaran a ballet cuando yo de mayor queria ser bailarinaaaa (según ellos... jamás manifesté que quisiera ir a ballet... según yo... ¡¡¡tendrían que haberse dado cuenta!!!)

    A día de hoy, no pasa nada... Sigo pensando que tendría que haber sido bailarina. Una pésima bailarina, pero felizzzz jajaja Eso sí, yo sigo bailando. Primero porque voy a clases de baile jazz-contemporáneo (NIVEL INICIACIÓN) par quitarme el mono (y el culo...). y segundo porque a mí me sobra la música de un anuncio y un míiiiiiiiiiiiiiiiiiinimo de confianza para ponerme a bailar en medio del salón de cualquier casa...
    Eso sí, no hay vecinos a los que molestar, pero puedo crgarme cualquier cosa de una patada... Siempre he querido una casa con una habitación con espejos y suelo de madera para bailar.... Pídele al galán una habitación insonorizada y un equipo de karaoke y ¡¡¡a cantaaaaaaaaaaaar!!! jajajaja

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    1. Jajajaja Tus comentarios son como una entrada paralela! Me parto! Yo con el baile tengo dos pies izquierdos!

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    2. Oye.eso de ha habitacioón insonorizada es buena idea o que el galán se ponga tapones. Si el amor es ciego,debería ser sordo ;P

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  2. Yo solo bailo y canto cuando quiero vengarme de alguien. Ahí os lo dejo. Jajajaja

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