Ayns Copo,
Menudos mocos tengo. Yo creo que fue en una situación tan mocosa como la mía en que Federico García Lorca que escribió aquello de "Verde que te quiero verde"... ¡Tengo una tos que parece que se me va a escapar el alma! Por no hablar, obviamente, de la voz de machota...
Debería remontarme al principio de los tiempos, ¿eh? Lo cierto es que el martes yo estaba pochilla, pá que engañarnos, pero lo que por las noches pensaba que me moría, señores. Total, que la compi me prohibió rotundamente ir de excursión... ¡jo, y eso que tocaba Cosmocaixa y a mí ese sitio me encanta! En fin, que me perdí la salida de ciencias para quedarme en cama moqueando y más pocha que aquel kiwi que tuve un mes en la nevera, señores (que por cierto es increíble la de comida que tiene una y que no se come pero tampoco tira y se caduca y... bueno, que es un bucle sin fin!).
Lo bueno del asunto fue que la compi me trató mejor que a la princesa de Asturias, oigan. Me hizo un caldito de pollo... ¡qué caldito! Madredelamorhermoso, ¡eso hace revivir a un muerto! Al día siguiente ya estaba mejor y nos aventuramos (mis mocos y yo) a la clase de psicología (mi asignatura favorita).
Ayer mi galán se fue de comida de empresa... y yo tuve que comer con la compi de nuevo. Yo la quiero mucho, son muchos días de convivencia los que llevamos ya, lo que pasa es que últimamente vengo pensando que la clave de nuestra buena relación es que no pasamos mucho tiempo juntas... Jajajaja Bueno, ¡lo justo y necesario, vamos! Pero bueno, al ratito vino el galán y realizamos nuestro album del último año juntos (que ya tocaba, eh).
En fin, cuando me apodere de nuevo de mi ordenador (crucen los dedos) escribiré con más frecuencia... ¡de momento es lo que hay!
Un abrazo,
Alba Arroyo
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