14 de septiembre de 2010

El Quijote (o casi)

Querido Copo;
La uni ha empezado y por el momento todo va mucho mejor de lo que esperaba. En casa de la compi ya estoy instalada del todo... ¡Estos eran los bultos que traía! Vale, que a lo mejor tampoco es una aberración (teniendo en cuenta la de cosas que tenía que llevar), pero si a eso se le sumaba la caja de la comida, verdaderamente había que hacer un tetris para meter tanto trasto en el Ibiza del galán (que sí, es un santo).


Y hablando del galán... no os lo he dicho, pero ya es todo un hombre. Y no es sólo porque en los últimos meses se haya hecho con una señora caja de herramientas, ni porque ya tenga su propio taladro, oh, no. Se ha hecho todo un señor porque, dado que ha acabado sus estudios, el muchacho ya trabaja más de ocho horas.

Eso, en los tiempos que estamos viviendo es algo güeno, está claro. Pero hay algo malo, oh sí. Y es que en lugar de comer con él, como con la compi. Y la compi está de lo más entusiasmada, no se crean... y de tanto entusiasmo está empeñada en cocinar para mí los mediodías y cebarme a más no poder. Ayer me plantó un platazo de lentejas con espinacas, una ensalada y cuatro filetes de lomo empanados... ¿algo más? Pues sí, hoy se ha mosqueado conmigo porque no me he acabado el súper mega plato de arroz con verduras, ni la ensalada, ni el plato de calamares con croquetas... ¡Pero es que esta señora cocina para un regimiento! ¡Yo ya no sé cómo decirle que no haga comida para mí!

Sin ir más lejos, hoy le he tenido que suplicar al galán que me sacara de casa... y el pobre que llevaba 11 horas fuera de la suya ha pasado a buscarme después de salir de trabajar. Y claro, yo llevaba tanto rato con la compi y sin nada que hacer que nada más verle se me ha disparado el "modo cotorra". Y así está el pobre, medio zombie... y es que entre el curro y la guerra que le doy (que me hace de taxista, asesor de compras culinarias, chico de mantenimiento...). En fin, que como decía arriba, este chico es un santo.

Y todo esto lo digo no para que su tía después no me diga que dejo en mal lugar a mi galán por estos lares, no. Lo digo porque hoy he recibido mi súper regalo de cumpleaños. Oh sí. Que vale, que mi cumple fue hace más de un mes, pero es que las cosas de palacio van despacio.

Mi regalo no ha sido otro que los inicios de El Diario de Copo hechos un libro. Todo esto empezó en 2006 con la revolución del llamado Fotolog, por lo que aquel blog narraba las andanzas de una servidora a lo largo de la ESO y primero de bachillerato. Durante un año lo dejé, pero a petición de los copoadictos, lo retomé. Y ese ha sido mi regalo: más de 500 páginas de mi adolescencia... ¡os juro que no recordaba lo pava que era! Jajaja

Y aquí lo dejo, porque a este ritmo esta entrada va a parecer el Quijote.
Un abrazo.

6 comentarios:

  1. es ge-nial ;) asi nunca podras olvidar los momentos que has vivido! un beso enorme guapaa!!Loida Ortegaaa

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  2. Alba, me encanta tu blog y cómo escribes para la edad que tienes! Enhorabuena.

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  3. Loida: Es el libro que no le dejaré leer a mis hijos Jajaja

    JL: ¡Muchas gracias!

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  4. eso si que es un regalo y lo demás tonterias!se le perdona la espera y todo no?
    animate con la costura!que a lo mejor tu compi sabe coser a máquina!

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  5. Marta: El que cose que da gusto es mi galán. ¡El tío domina la máquina de coser que da gusto! A ver si me enseña un poco :D

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  6. Alba, muchas gracias por pasarte por mi blog, toda una casualidad que seas evangélica también, precisamente mi prima Andrea acaba de casarse con Dani Mira, y vive ahí, igual hasta les conoces!!
    Encantada de encontrarte, un abrazo!

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