Vuelta al cole (el retorno)

Copo,

Como bien recordarás tras las vacaciones de Navidad vinieron las prácticas que han durado dos meses... así que casi tres meses después, hoy me ha tocado retomar las clases propiamente. Vamos, una vuelta al cole en toda regla... un septiembre segunda parte, vaya. 

Y se me ha hecho raro, sí. Se me ha hecho rarísimo. Vuelta a no ser la mayor del lugar, vuelta a escuchar a gente que si algún día tuvo vocación ahora la debe tener guardada en un cajón... Vamos, que de niños ná de ná. Porque en la universidad hablamos de niños, pero en plan hipotético... hay veces que tengo la sensación de que mis profesores no han visto a ninguno en los últimos años. Por poneros un ejemplo os diré que nos pintan el cambio de pañales como el séptimo cielo y no como la barbaridad radioactiva a la que te expones día sí, día también. Pero tampoco saben cómo son los besos llenos de babas, los abrazos multitudinarios en tu pierna o los "Abba, Abba".

Pero sin duda, he vuelto a la universidad con una nueva perspectiva, a sabiendas de que ya sé a lo que me enfrentaré el día de mañana, a sabiendas de que me voy a dedicar a algo que se me da mínimamente bien. Como decía Cartafol en un comentario, algún día "mis niños" llegarán a ser mis niños de verdad, mis propios alumnos. Y eso en un futuro no tan lejano aunque ahora se me hacen estos dos años largos. 

Pero bueno, no todo es malo en la viña del Señor y cuando esta mañana me he despertado como con un muelle a las 6 de la mañana y me he percatado de que aún me quedaban 2 horitas más de sueño se me ha abierto el cielo, lo cual agradezco muchísimo. Tampoco creo que eche de menos mis maratonianas mañanas de transporte público de corre-que-te-pillo. 

Como veis, tengo una cantidad de sentimientos entremezclados que no sé ni muy bien cómo explicar, cómo hablar... y que yo no sepa cómo hablar ya tiene delito, ya.