Las abuelas belgas

Querido Copo;

Tengo tantas cosas que contarte y tan poco tiempo para hacerlo que no sé ni por dónde empezar, la verdad.

En Catalunya este fin de semana ha sido puente y mis padres se liaron la manta a la cabeza y nos llevaron a Salou, a disfrutar de la temporada primavera-verano Delcorteinglés. Así que yo me despedí felizmente de la compi para aventurarme a un hotelito, muy mono él, invadido por señoras del IMSERSO de toda Europa. Yo creo que por Bélgica no hay abuelas por las calles: ¡están todas en Salou! Jajaja

Lo mejor de las señoras belgas era que alucinaban pepinillos en vinagre con nuestras costumbres "tipcals espanish" Jajaja Aún recuerdo a unas abuelas belgas que se escandalizaron a una niña que iba paseándose arriba y abajo con su vestidito de primera comunión y a su madre detrás con "Reina-no-te-manches-anda-guapa". Y las belgas "Oh! Eso Béligica nunca!" y yo "Pues aquí, todas" Jajaja Y mi madre "No, no, hijas mías no! Yo, yo sí!" (Cabe aclarar que esto último a gritos, que mi madre cree que los extranjeros además de no saber castellano son sordos).

A lo que iba, que en dicho hotel había más de 700 habitaciones, 7 plantas y dos tristes ascensores que iban siempre llenos porque claro, las señoras no iban a bajar una planta por las escaleras, ¡oh no! Y pensarán ustedes: "Oh, señorita Alba, pues haber subido usted por las escaleras, que fortalece las piernas y los glúteos" ¡ja! ¡que nosotros estábamos en la sexta planta! Así que nada, hicimos colas de agarratequevienencurvas para coger uno de los malditos ascensores cada vez que queríamos acceder a nuestras pertenencias en nuestras alcobas hoteleras... ¡y para colmo los dichosos ascensores olían que daban gusto! Yo describiría ese olor como una mezcla de sobaquillo y after sun Jajaja

En fin, que he vuelto más morena, con la maleta llena de arena y con muchas cosas que contar, pero son las 22:31 y tengo hambre señores. Que una tiene un blog, pero también unas necesidades básicas que satisfacer... y sí galán, se queda en el tintero tu regateo espectacular con el paquistaní que vendía camisetas en el paseo marítimo, pero hoy no da para más Jajaja

¡Un abrazo a todos!